En arículos anteriores hemos imputado a la inflamación como causante de las enfermedades que más mortalidad producen, las cardio-vasculares y el cáncer, sin embargo la inflamación tiene a su vez su propia etiología, es decir tiene también sus propias causas. No podía ser de otra manera ya que en principio la inflamación la utiliza nuestro cuerpo para reparar tejidos dañados y por lo tanto a priori no puede ser dañina, cuando permanece en el tiempo o su causa no se corrige, es cuando trabaja en nuestra contra.
En este artículo explico su causa, como se regula y como se mide en un análisis de sangre.

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