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viernes, 4 de abril de 2014

ENFERMEDAD ¿ES EL AZAR O SOMOS NOSOTROS?

A menudo escuchamos decir "me ha salido tal o cual enfermedad" como atribuyendo al azar el que esto haya sucedido,  no asumimos la responsabilidad del hecho,  porque no nos gusta sentirnos culpables, por eso mismo, ponemos totalmente en manos ajenas la curación del mal,  porque nos sentimos ajenos a su causa. Este error nos obliga a tratarnos de una forma errónea, porque actualmente la medicina esta dirigida a tratar los síntomas, no a curar las enfermedades, que solo puede hacerse conociendo su causa y origen,  corrigiéndolos.

En el articulo anterior, el Dr. Alberto Marti, nos decia que la enfermedad no se produce en la célula, sino en el liquido que las rodea, cuando fallan los órganos excretores ( pulmón, hígado y riñones)  o no dan a basto para eliminar las toxinas y  ácidos,  estos se empiezan a acumular en el liquido interticial y esta suciedad no deja respirar ni alimentarse a las células, llega un punto en que estas solo pueden morir (fibrosis pulmonar, hepática, renal, H.P.B.) o mutar,(diferentes tipos de cáncer), pero antes de que esto suceda, irán apareciendo todo tipo de enfermedades en los diferentes sistemas (circulatorio,digestivo,nervioso, piel etc.) esto sucede porque el liquido intercelular y la sangre está cargado de sustancias indeseables que ensucian y la espesan, por ello el corazón y los demás órganos empiezan a no trabajar correctamente y sobrevienen las enfermedades, porque además todo esto forma un caldo de culltivo ideal para los patógenos.
Cuando la célula muta, empieza otra fase, esta se convierte en inmortal y empieza a reproducirse formando tumores, en este estadio, también podemos tomar una posición activa o pasiva, ya en 1889 el Dr. inglés Stefhen Paget publicó en The Lancet, un articulo que parecía sacado de una fábula : "la hipótesis de la semilla y la tierra", ciento veinte años después, diferentes investigadores demostraron y publicaron en la revista  "Nature",(*) la vigencia de aquella hipótesis aplicada a las células cancerosas "si se despoja a estas de los factores inflamatorios necesarios para su crecimiento, no podrá expandirse" y es precisamente la alimentación lo que nos aporta los factores inflamatorios necesarios para su crecimiento y por contra los que los detienen. Aunque ya los hemos explicado muchas veces, no esta de más recordarlos escuetamente: los azucares refinados que hacen subir los IGF inflamatorios, el tremendo desiquilíbrio entre omega 3 y omega 6 y las hormonas de crecimiento presentes en las carnes y lácteos no orgánicos. Por contra de la alimentación también pueden sacarse los anti-promotores de células cancerosas :  Ajo, col, brócoli, cúrcuma, tomates,soja, gengibre, uva, frambuesa, arándanos, romero, té verde etc. etc..
Resumiendo, con nuestra actuación podemos evitar o promover casi todas las enfermedades, el factor genético siempre es un factor primario pero la mayoría de veces no es determinante.
(*)-Inflamacion y cáncer- Nature 420 (6917) año 2002  pag. 860-867

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